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Aunque es cierto que el origen de las investigaciones sobre inteligencia artificial (AI) data de la década de los cincuenta, muchos soñadores siglos antes imaginaron y especularon sobre este futuro y lo plasmaron en la ficción: el mito griego de Pigmalión y Galatea, el Golem de Judah Loew ben Bezale o el monstruo de Frankenstein de Mary Shelleys. Ahora la AI ya no aparece únicamente en la imaginación de algunos sino que es una realidad con miles de aplicaciones prácticas en una multitud de campos. Los avances más recientes en AI permiten que no sea solamente útil a grandes gigantes corporativos sino que incluso startups recién nacidas pueden aprovecharla para acercarse a sus clientes.

Muchas veces hablamos de ser “customer oriented” pero no nos paramos a pensar qué significa eso realmente. Ponte en los zapatos de tu usuario: valorarás por una parte el contenido o la utilidad que podría aportar el producto que ofreces pero, por otro lado, que la experiencia que se te ofrece se corresponda con (o, mejor aún, supere) la esperada. Cuando diseñamos nuestra web o los recursos para el uso y disfrute de nuestros clientes buscamos que sean visuales e intuitivos para transmitirles nuestro compromiso con su satisfacción. Aquí entran en juego los Chatbots, asistentes virtuales capaces de interactuar con las personas y que nos permiten ofrecer una atención al cliente inmediata. Por ejemplo, en la web de Cirial180º estamos trabajando con la implementación de un Chatbot que pueda interactuar con nuestros clientes. Para nosotros es fundamental probar cosas nuevas y aportar valor diferencial a nuestros clientes y usuarios que en definitiva son personas que necesitan ayuda para un problema en concreto.

Si te detienes a pensar porqué haces lo que haces, qué te ha llevado a emprender y arriesgarte con tu propio proyecto encontrarás miles de razones. Entre ellas de bien seguro que algunas van encaminadas a solucionar un problema social que te preocupa y tu propuesta va a mejorar la calidad de vida de muchas personas. Si queremos contribuir a la sociedad, quizá sería útil escuchar qué tiene que decir ella sobre nuestra solución. Hablamos de la Inteligencia Colectiva o el “Power of the Crowd”. Iniciativas cómo “Brightcrowd” buscan la cooperación entre personas para llegar a soluciones aún mejores y facilitar colaboraciones jamás nos hubiésemos planteado.

El poder ‘mágico’ de las startups radica en la innovación en las soluciones, en la creatividad y en el intercambio de información entre los que la conforman. Existen plataformas de AI que permiten automatizar procesos, por ejemplo el caso de “Adext” con marketing y ventas, facilitando que el talento humano de nuestra startup se aproveche en puestos estratégicos y creativos. Nuestros empleados se sentirán más útiles y conectarán mejor con la visión de la startup cuando vean que sus acciones realmente están generando un impacto.

La última propuesta va encaminada al uso AI para la toma de decisiones. Entre las muchas iniciativas que existen en esta línea, destaca “BriN”: el primer asesor empresarial de inteligencia artificial. Se trata de una iniciativa que busca apoyar a los emprendedores en su aprendizaje y asesorarlos en los asuntos más importantes de su vida empresarial.

Una de las alarmas más generalizadas de la AI es que sus avances acaben con miles de puestos de trabajo. Si pudiésemos viajar en el tiempo y nos diese por situamos en pleno siglo XIX, asistiríamos en primera persona en una de las revoluciones más grandes de la historia de la humanidad: la revolución industrial. Probablemente nos escandalizamos al ver la reacción de los empleados de las fábricas quemar la maquinaria para no perder sus puestos de trabajo. Pero, pensándolo bien tampoco difiere mucho de la negativa de muchos a los avances tecnológicos que vivimos en nuestros tiempos. Adaptarse o morir, ¿verdad? No, no se trata de adaptarnos, se tratan de recursos que nos van a permitir desarrollar al máximo todos nuestros proyectos en un mundo cada día más cambiante.

¡Hasta la próxima entrega!

El equipo de Cirial180º.