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La vida de una startup puede ser muy precaria. Es un viaje que no está exento de emociones fuertes. Desde Cirial180º hemos querido recopilar en una lista de cinco puntos los fracasos legales más frecuentes de los emprendedores. La lista es muy variopinta, por lo que os invitamos a seguir leyendo.

1: No otorgar importancia a «lo legal»:

Sí, amigos. Esto suele pasar y nosotros hemos sido espectadores de este tipo de dinámicas. Hay una tendencia a pensar que los asuntos legales de una startup pueden esperar. Siempre hay margen para afrontar este tipo de asuntos. No obstante, desde Cirial180º creemos que éste no es un buen planteamiento. ¿Por qué? Fácil. Hay una serie de cosas que no pueden esperar. Hay aspectos legales que deben considerarse desde un inicio. ¿Significa eso que uno debe dedicar todo su tiempo, esfuerzo y dinero a los asuntos legales? No. Sin embargo, tratar de hacerlo bien al principio puede ahorrarte muchos problemas en un futuro. Nuestro consejo sería el siguiente: reserva una parte de tu capital para los asuntos legales más importantes y encuentra a un despacho de abogados que empatice con el emprendedor.

2: Negociar la inversión de la ronda basándose únicamente en el criterio de la valoración:

En Cirial180º no sólo acumulamos experiencia en la consultoría y el asesoramiento. En nuestro equipo contamos con profesionales con perfil inversor. De hecho, estuvimos trabajando un tiempo con un fondo de inversión. Actualmente, nuestra única actividad es la del asesoramiento, tanto a emprendedores, startups y empresas, como a inversores de todo tipo. Por todo ello, consideramos que la valoración no es lo único que se debe considerar al seleccionar un inversor o al negociar con los inversores correspondientes. Desde nuestra dilatada experiencia, consideramos que hay muchas otras maneras de que los inversores sean compensados. El criterio no reside únicamente en la valoración y el precio que acaban pagando por sus participaciones. Esto no funciona así. Con todo, en el acuerdo de inversión se pueden negociar cláusulas que protejan la inversión de los inversores y que incentiven y recompensen la apuesta que hicieron en su momento. El inversor puede verse recompensado de diversas maneras y no sólo con el precio pactado de la ronda.

3: Contratar a un abogado o equipo de abogados sin experiencia:

Es un punto bastante clave. Y en este sentido, no queremos cuestionar la valía de los compañeros. El conocimiento técnico se presupone y consideramos que existe un elenco de abogados de gran nivel. No obstante, la experiencia y el recorrido acumulado en sectores particulares acaba determinando el servicio y asesoramiento. Por consiguiente, los abogados que no tienen experiencia en el trato con startups e inversores del sector se centrarán muy probablemente en las cosas equivocadas. Hay aspectos del sector startup que deben aprenderse con la experiencia. Hay una serie de dinámicas que sólo se conocen si se han vivido. Especialmente, esto ocurre en las primeras etapas de la startup. Es la época más peculiar. Después, la startup pasa a ser empresa. En ese momento, las necesidades de la empresa se presumen de tipo más tradicional. Lógicamente, la filosofía inicial puede seguir intacta. Sin embargo, las necesidades principales son las que podría tener toda mediana o gran empresa. Pero, eso mismo no ocurre en las etapas iniciales donde las peculiaridades de la startup se agudizan mucho más. Así que, nuestra recomendación sería que, especialmente en los inicios, cuentes con un despacho que te entienda y sepa acompañarte, no sólo desde lo jurídico, sino desde lo empresarial.

4: Protege a los socios fundadores (o protégete):

Los fundadores de la startup son la base de todo. Los pilares sobre los que se sustenta el proyecto. Y sí, los cimientos deben estar bien sujetos. Es un punto importante para el devenir de cualquier startup. No se debe descuidar. Principalmente, hay dos momentos en los que debe considerarse lo que estamos comentando en este punto. Un primer momento sería, en la fundación de la empresa. Hay que ser consciente de la realidad del momento. Lo que supone. Lo que conviene. Por lo tanto, las relaciones entre los socios fundadores debe ser clara y explícita. No debe haber reservas. Después, existe un segundo momento, que es el de las rondas de inversión. Por ello, cuando se negocia con inversores, se debe saber proteger los intereses de los fundadores. No obstante, los inversores que tienen experiencia en el sector, valorarán desde un principio el rol que juegan los emprendedores.

5: No establecer un compromiso fuerte con el proyecto:

En este punto, nos gustaría destacar lo que siempre aconsejamos a nuestros clientes. El proyecto se inicia mucho antes de lo que suele nacer la empresa. Esto suele ser así en la mayoría de los casos. Prácticamente nadie inicia su andadura constituyendo la empresa el primer día. Y es muy lógico. No obstante, se debe ser consciente de que no debe retrasarse demasiado la constitución. Es importante pedir ayuda y consejo para este tipo de decisiones. Sabemos que aparentemente, la constitución de una sociedad puede derivar en gastos y formalismos, que muchas veces, no suele apetecer. Lo sabemos. Es un paso importante y que asusta. No nos debe pesar el reconocerlo. Podríamos decir que es un momento donde las cosas se ponen serias. Se deja de jugar al juego de los menores para pasar al juego de los grandes. Esto suele ser así. Sin embargo, la constitución de la sociedad puede retrasarse. Aquí acontecen un sinfín de motivos. Algunos más válidos que otros. No importa. Con todo, nosotros siempre recomendamos que a pesar de no querer constituir una sociedad, se establezcan los acuerdos básicos para regular esa etapa del proyecto.

¡Hasta la próxima entrega!

El equipo de Cirial180º.